Nunca olvidaré tu sonrisa, ni el brillo de tus ojos,
o la primera vez que caminamos solos de la mano junto al mar.
Miradas sinceras, palabras que quise creer como tales,
encendieron la mecha que nos empujó a caminar.
Caminamos senderos iluminados por la pasión,
recordamos lo que jamás vivimos,
encendimos velas bajo el agua,
o quizás tan sólo lo soñamos, y despertamos.
Temimos lo peor, y un día, lo peor llamó a nuestra puerta,
un instante no sucedió a otro instante, y
silenciosas voces comenzaron a retumbar en nuestras cabezas.
Miradas vacías, palabras que huyeron y dejaron el miedo,
envolvieron en falsas ilusiones los sueños:
nunca más brillaría la luna para nosotros dos solos,
tus ojos ya no volverán a ser lo mismo a los míos,
ideaste mentiras que devoraron sonrisas al tragarlas y,
recordando días, olvidé nuestras noches,
ahora, desaparecemos, no quiero más besos fingidos,
sólo, andar sin ti, mi propio camino...
o la primera vez que caminamos solos de la mano junto al mar.
Miradas sinceras, palabras que quise creer como tales,
encendieron la mecha que nos empujó a caminar.
Caminamos senderos iluminados por la pasión,
recordamos lo que jamás vivimos,
encendimos velas bajo el agua,
o quizás tan sólo lo soñamos, y despertamos.
Temimos lo peor, y un día, lo peor llamó a nuestra puerta,
un instante no sucedió a otro instante, y
silenciosas voces comenzaron a retumbar en nuestras cabezas.
Miradas vacías, palabras que huyeron y dejaron el miedo,
envolvieron en falsas ilusiones los sueños:
nunca más brillaría la luna para nosotros dos solos,
tus ojos ya no volverán a ser lo mismo a los míos,
ideaste mentiras que devoraron sonrisas al tragarlas y,
recordando días, olvidé nuestras noches,
ahora, desaparecemos, no quiero más besos fingidos,
sólo, andar sin ti, mi propio camino...