lunes, mayo 29, 2006

La última noche

En aquel momento comprendí que nunca más te vería. Nunca. Es algo para lo que me he estado preparando, sin conseguirlo, durante demasiado tiempo. Cielos sin luna, sin estrellas, es lo único que veré cada noche...

Esta noche supe que tus ojos estaban más hundidos de lo normal, no te acercaste a mí, no dijiste nada y pasaste todo el tiempo, sintiéndote sola, mirando por la ventana hacia ningún sitio, o hacia nuestro pasado o hacia nuestro no-futuro... cuantas formas diferentes tenemos de decir hacia ningún sitio.... Antes de que te marchases, supe que no volvería a verte, ni a tocarte, ni a besarte nunca más. Abriste la puerta, me miraste por última vez y sin decir nada, te marchaste acelerando el paso. No te reprocho nada, me gustaría que lo supieses. Creo que has encontrado a alguien. Acabaría sucediendo. Ahora te toca volver a sonreir. Sin mí. Con otro.

Desde el primer día que viniste comprendí que lo nuestro no sería para siempre. Para siempre también se ha convertido en una palabra vacía para mí.... A las lagrimas las siguieron la incomprensión, el odio y el olvido. Todas las noches esperaba ansioso tu visita. Torturándome con la idea que un día no volverías más. Que me olvidarías. Me hacía sufrir, pero siempre acababas viniendo después de trabajar. Y ya mañana no te veré.

En mi mente te recordaré alegre, con una preciosa sonrisa en tu cara, los dos cogidos de la mano caminando sin importarnos nadie más. No quiero rercordarte con lágrimas en los ojos, saliendo rápido de esta maldita habitación de hospital, mientras yo, inmóvil, no puedo detenerte, ni hablarte, ni susurrarte, ni llorarte, ni besarte, enchufado a estas máquinas para toda la eternidad....

martes, mayo 23, 2006

Ni contigo ni sin ti

Es el mismo oscuro camino de siempre: vacío hasta que llego a ti. Estés donde estés te encontraré, no puedo vivir sin ti: te necesito demasiado...

Nos presentó un amigo y conectamos al instante, fue un auténtico flechazo: llegaste a mi triste vida y la llenaste de placer y sensaciones inimaginables que hasta entonces nunca había sentido. Inundaste mi vida de luz y color con tu calor. Eres la única capaz de hacerme feliz, vida mía, a pesar de lo que puedan decir de ti mis amigos y familiares en todas esos gritos exacerbados de odio. Cada día te repudian más... y a mi también. Ellos no pueden ni imaginar lo mucho que sufro sin ti. Ellos o tú... dicen que me has cambiado y no quieren saber nada de mi. Me refugio en tu calor, me acurruco y les olvido a todos porque sé que contigo soy feliz, contigo puedo volar libre de ataduras y preocupaciones.Ni siquiera han intentado entender lo que has llegado a hacer por mi, lo mucho que te necesito en mi vida.

Sin ti sólo hay dolor, sufrimiento, frío, insomnio, desasosiego, soledad, vacío... tirito y desfallezco... ¿por qué te escondes de mi?... ¡¿por qué?!, ¿no te he dejado recorrer mi cuerpo cada vez que se te antoja?, ¿acaso no me he entregado a ti en cuerpo y alma?, ¿no he hecho lo posible por estar contigo?, ¿por qué tu cálida mano ya no se detiene a acariciarme como antaño?, ¿por qué cada noche me quitas el sueño? me duermo entre escalofríos esperando que llegues a arroparme, ¡¿por qué tuve que conocerte, maldita?! Ya no disfruto contigo, sólo te necesito. Me has atado fuerte... y yo no merezco tu yugo, maldita una y mil veces, ¡maldita!. Noches en vela, sueños perdidos, ansío tu presencia, tu suave tacto, tu calor bendito que me mece, me duerme, me calma y tranquiliza... el placer, la inconsciencia, la ignorancia... la felicidad de estar a tu lado.

No consigo encontrarte, busco y no encuentro, ¿dónde te has metido?, huyes de mi cuando yo debería hacerlo de ti. Esto es una relación enfermiza... no puedo más pero te quiero, ¡te necesito!. No me dejes sólo... ¡eso no!, llévame contigo, hazme tuyo y transpórtame en tus brazos hacia los buenos tiempos en que eramos uno, felicidad plena. No sé cómo, pero juro que te encontraré, juro que esta noche duermo contigo, esta noche no te dejaré escapar y te agarraré fuerte para no volverme a separar de ti, para no tener que volverte a buscar... juro que esta noche viajaremos más lejos que nunca para que nadie nos vuelva a separar... unidos hasta la muerte... te prometo, vida mía, que esta noche será la última en que la aguja rompa mi piel y se hunda en mis rotas venas, nunca volverás a escapar.