miércoles, junio 07, 2006

La solución

Tan sólo me queda una bala en la recámara. La oscuridad invita a entrar por la ventana a la soledad. Es mi última oportunidad, eso es lo único de lo que estoy seguro. No quiero seguir huyendo. Marginado, perseguido. Todo eso será agua pasada. Para bien o para mal. Tarde o temprano tiene que pasar por aquí...

Siempre la misma canción: este tío está loco... Quizás. Pero ellos no me conocen, aunque lo crean. Nunca lo han intentado... Si lo hiciesen, algunos dejarían de llamarme loco... Pero no les importa la causa de la locura... Causa-efecto-causa-efecto ¿solo importan los malditos efectos?... Joder. Está tardando pero sé que tiene que pasar por aqui... El frio revólver es mi único compañero. El contacto con el metal hace que la mano que lo sujeta arda, el metal es un mal compañero, pero hoy en día me acompaña...... Una sola bala. La eterna huida. La mentira del paraíso. La bala. El revolver. Yo. Una sola bala....

Pasa el tiempo lentamente en el silencio, sólo interrumpido por mi respiración. Cada vez más rápida. Sudor frío... Sigo esperando a que se acerque... ¿y si sabe donde estoy? ¿y si a través de la oscuridad me está mirando?... Pero no puedo desperdiciar la última bala disparando a la oscuridad. La oscuridad me ha ayudado muchas veces... Si de verdad me está mirando ahora mismo, yo agazapado, helado por el frío sudor, la mano temblorosa sujetando el revólver, estará esperando que le dispare... NO. Eso solo hará que todo vuelva a empezar. La huida. El miedo. La desconfianza. Y vuelta a esconderse en la oscuridad. Da igual su cara, su voz, todo volverá a repetirse, los mismos pasos, los mismos ruidos, los mismos silencios....

Creo que sé como vencer esta vez. Era demasiado fácil para darse cuenta. La manía de seimpre de buscar la solución más complicada. Estaba delante de mis narices todo este tiempo: la jugada maestra, poker de ases escondidos bajo la manga. No se lo esperará. Y será el final. Con mayúscula: el Final. The End, como los finales felices del cine. Se acabaron las huidas. Esta vez he encontrado la manera de ganar. Mi risa nerviosa termina por desgarrar el silencio. Aumentan mis temblores. He vencido! Levanto el revólver y lo apunto hacia mi sien. No creo que se espere que la bala vaya dirigida hacia mí...





1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos!

Ya leí este texto... y como antes, sigue estando genial. Un texto delirante con un final inesperado...lo que a mi me gusta.

Nos vemos!