jueves, agosto 03, 2006

Elogio de la esperanza

...Quedan solamente cinco minutos. Toda la mañana esperando el momento. Ansioso. Sudoroso. Mis manos temblando, mirando el maldito reloj en la pared del fondo. Espero este momento desde que despierto, cuando aún está amaneciendo, y mirando por la ventana, intento evadirme del mundo para acelerar el tiempo, a la misma velocidad a la que el pasado desaparece...

...Vuelvo a mirar el reloj. Dos minutos. Se acerca. Me seco las manos en los pantalones. Me coloco el cuello de la camisa a pesar de los temblores que sacuden mis manos...

...Suena una campana, rompiendo el silencio. Es la hora de la comida. Comienza a llegar el resto de residentes. La veo entrar por la puerta. Me sigue pareciendo bellisima, su elegante andar la distingue del resto, tal como el primer día que entró en este asilo. Por aquel tiempo, difuminado por la niebla del olvido, yo ya estaba empezando a olvidar el día que mi familia me enterró en este maldito lugar en vida...

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