martes, enero 02, 2007

Diario de un terrible don

3 de abril: Hoy he vuelto a notar ese hormigueo raro en la parte superior del paladar, como si proviniera de la nariz. Recuerdo que de niño me solía suceder lo mismo. Entonces comenzaba a percibir unos olores nauseabundos. No sucedía siempre, cuando estaba con mis amigos no percibía ningún olor raro. En cambio cada vez que iba a la panadería de mi barrio me inundaba un apestoso olor. Mi padre nunca llegó a entender esta reacción mía ya que en las panaderías huele de maravilla. Ese maldito olor ha vuelto y espero que no sea por mucho tiempo. Cada vez que lo percibo me empieza a doler la cabeza y me zumban los oídos. Espero que mañana no me vuelva a suceder.

4 de abril: ¡Ha vuelto a suceder! Ha sucedido justo cuando ha entrado un trajeado engominado con el ceño levantado. Al principio no he reparado en su presencia pero el olor comenzó a aparecer y no tardé en averiguar su procedencia. Ayer no le debí ver, seguro que estaba detrás de aquel tipo tan alto. Tenía una facha tan ideal e irreal que no podía menos que sentir náuseas. Zapatos Gucci, camisa a medida con el nombre bordado, traje de vestir Armani estilo italiano, gemelos de oro, pda-móvil blackberry y un maletín de cuero negro. Intentaba demostrar ser elegante, moderno, actual y poderoso. Y seguro que lo era. Pero a mi su olor me estaba haciendo trizas la nariz.

10 de abril: He visto en el periódico que han detenido al panadero de mi barrio por una supuesta implicación en un delito de abuso de menores. Por lo visto aprovechaba cuando los niños salían del colegio e iban a comprar golosinas a la panadería. Tenía muy buen trato con los vecinos y su cara agradable hacía que todos confiaran fácilmente en el. Nadie se explica lo sucedido y los niños, ahora adultos, están bajo terapia. Tantos años habían enterrado muy hondo esos recuerdos reprimidos, ahora toda esa angustia les ha vuelto multiplicada. Mientras leía esta noticia estaba notando el olor trepar por mi tabique e inundar mis fosas nasales. Me saqué el pañuelo para taparme la nariz e intentar evitar ese maldito olor. El muy insoportable estaba ahí, justo detrás mía. No podía soportarlo. Desesperado intenté mirar a los demás buscando algún síntoma en sus expresiones que me hiciera ver que también olían ese hedor, pero no era así. Era el único que lo sentía. Los oídos me zumbaban y notaba como si me clavaran una aguja en el cráneo, justo entre ceja y ceja. No puedo seguir así. El dolor de cabeza tarda en disiparse y cada vez duermo peor.

14 de abril: Llevo 3 días sin dormir. No consigo concentrarme en casi nada y el jefe empieza a dudar de si estoy enganchado a algún tipo de droga. Me ha dicho que me va a adelantar los análisis por temas del seguro médico. Sé que miente pero no me importa, no encontrará nada. Aún así no me gusta generar estas dudas y cada vez me está alterando más. He decidido cambiar de ruta para ir al trabajo y así no coincidir con el apestoso. Espero conseguir disipar este olor y mi dolor de cabeza que ahora ya es constante.

24 de abril: Esta noche me he despertado y estaba de pie, con un cuchillo en la mano. Tengo pesadillas en las que despedazo al tipo apestoso con mis propias manos. Son constantes, día tras día. Cuando despierto noto como si estuviera en la habitación, como si su putrefacto olor permaneciera tiempo después de su presencia. He perdido la noción del tiempo y cada vez me cuesta distinguir más las ensoñaciones de la realidad. Empiezo a sentirme realmente enfermo y sin control sobre mis actos. Tengo que acabar con esto antes de que me vuelva completamente loco.

1 de mayo: Llevo una semana preparándolo todo, lamentablemente he tenido que coger vacaciones en el trabajo. No se me escapa nada, lo he repasado cientos de veces. Ya queda poco, ¡muy poco!. Un poco más y volveré a estar sano y no tendré que preocuparme más de olores raros ni de pesadillas. Esta mañana me he visto mirándome con ochenta años desde el espejo. Mi yo futuro me decía que le ayudara, con voz rota, como si un cristal hablase, al romperse. De noche me estremezco con el roce de las sombras, cuando me muestran caras imposibles en la oscuridad; y si cierro los ojos las veo más claras. No consigo dormir. Tengo que poner remedio a esta situación... ¡pronto!

2 de mayo: Me ha costado prepararlo pero lo he conseguido, ¡al fin!. Le seguí, ese jodido cabrón me ha hecho la vida imposible. Sé que puede que nadie comprenda lo que hago, sólo espero no levantar sospechas... ¡no podía aguantar más! No puedo evitar sentir náuseas cada vez que lo recuerdo. Tenía la manera de deshacerme de él, sólo tenía que conseguir un rato a solas con su coche y un poco de pericia con las cerillas. Hacerme pasar por el gerente fue coser y cantar. Envié al único empleado del turno de noche de la gasolinera a buscar algún producto inexistente al almacén. Y me dediqué a disfrutar mientras esperaba ansiosamente desde la lejanía a que aquel bastardo abriera el tapón del depósito de gasolina. Y entonces se hizo la luz y el humo en plena noche. Desapareció el hormigueo en la pituitaria a la vez que el dolor de cabeza. Ya no me molestará más. Ahora descansaré, no recuerdo cuando fue la última vez que dormí más de 2 horas seguidas...

4 de mayo: Acabo de despertarme y no recuerdo cómo volví a casa, sólo recuerdo vagamente el camino de vuelta. Recuerdo lanzar mi ropa de incógnito a un vertedero de la zona, andar hasta la siguiente parada de autobús y el resto... está borroso. Esta mañana decidí que lo primero que debía hacer es ver las noticias, para saber si estaban buscándome. Llevo durmiendo 3 días seguidos, a juzgar por la fecha del periódico. Después de ojear el periódico entero en busca de la noticia, mi vista se para en el siguiente titular: "Muere capo de la mafia rusa al explotar su depósito de gasolina mientras repostaba". Según decía el artículo, estaba buscado en varios países por trata de blancas y actualmente se encontraba en paradero desconocido. Bueno, parece que le encontré yo antes. La policía cree que es un ajuste de cuentas, parece que he tenido suerte.

7 de septiembre: ¡Otra vez!, ¡¡Ha vuelto a suceder!! No me lo puedo creer... me persigue este putrefacto hedor. Parece que no importa donde viva o cuan lejos huya... siempre me encontrará esta peste. Pero esta vez ya sé lo que tengo que hacer. Es cuestión de supervivencia... o ellos o yo...

No hay comentarios: